Aunque cambio de ropa de cama en verano, sustituyendo el
edredón por una colcha fina de algodón, hasta ahora no tenía funda para los
cojines que la acompañan, y que en verano tenían que quedarse “desnudos”, ya
que el acolchado no apetece nada.
Así que aprovechando un lino muy rústico que conseguí en
super-oferta en una tienda de cortinas he hecho estas fundas decoradas con
puntillas de distintas formas en colores muy naturales, a tono con el lino y
con el color crudo de la colcha.
Y para el reverso, una tela un tanto vintage, en color crudo con letras en tostado:
¡Menudo cambio! Así, mucho más fresco